Confrontación con la docencia.

Semana 1. Confrontación con la docencia

Entre la docencia y mi profesión

Mi confrontación con la docencia

Como y por que decido ser maestro? Soy egresado de la carrera de psicología en la UNAM. Yo llego al magisterio por invitación de un amigo de la carrera para tomar su lugar en un CBTIS, por que el se iba a cambiar de escuela y sabia que yo me había quedado sin trabajo. Al inicio lo tome solo como una aventura pero en ese medio semestre me di cuenta que es gratificante trabajar con alumnos adolescentes ya que ellos ven al profesor como un modelo para continuar sus estudios, casi al fin de ciclo escolar el director de la escuela me pregunto si quería seguir como profesor o si me iba hacia algún otro trabajo. Es cuando tomo una de las decisiones más importantes de la vida, ser maestro. Yo ya no quería tener algún otro trabajo, tal vez mejor remunerado o con un estatus, ahora yo quería ser maestro. El primer año fue terrible pues yo tenía conocimientos pero no encontraba la forma de hacer llegar esos conocimientos a los alumnos y que se convirtieran en su conocimiento. Me daba la impresión de que solo les platicaba las cosas pero que no era una transmisión de conocimiento. (Nota. En una ocasión la subdirección de la escuela me dio por escrito un extrañamiento por no cumplir en forma con mi clase, yo le reuia a entrar con el grupo al aula por no tener los elementos. Me faltaba la metodología pedagógica). Me acerqué a algunos profesores con experiencia para solicitar su apoyo con asesorias y/o bibliografía para poder trabajar con los alumnos. (Debo comentar también, que recibí rechazo y no apoyo de algunos profesores).
Ahora se que el avance profesional y personal depende de nosotros mismos y que tenemos en nuestras manos la posibilidad de contribuir a la formación integral de los estudiantes de media superior y que esto implica una gran responsabilidad, ya que ser maestro no es solo de nombre, ni asistir a un aula, si no centrar los esfuerzos en promover el desarrollo de habilidades en los alumnos que les permitan aprender, conocer, aplicar e integrarse a la sociedad.
En los años de decencia ha habido momentos en que he querido retirarme ya que la complejidad del adolescentes es infinita, no le puedes enseñar a quien no quiere aprender. Hay alumnos que asisten a la escuela solo por la presión social, familiar, otros por que esa es la escuela que les asignaron pero realmente asisten sin ganas y sin objetivos. Ese es el gran reto, hacer concientes a los alumnos, despertar su deseo de aprender, crear en ellos metas, expectativas y objetivos. Hacerlos competentes.
Una de las satisfacciones más grandes como profesor es cuando al paso de los años los alumnos regresan para informar que están estudiando en la universidad o que ya concluyeron su carrera y hacen el reconocimiento de lo aprendido en mi clase o de las orientaciones recibidas.